Ya cuando tomé contacto por primera vez con este pensador, durante el bachillerato, me resultó muy interesante ver como utilizaba la duda en su búsqueda de respuestas. La duda metódica, me fue de gran ayuda en todos los aspectos de mi vida, desde el profesional hasta el personal y, como no podría ser de otra manera, también en el Wing Tsun.
Descartes estableció la duda metódica como el camino hacia la verdad, y como sabía que el viaje iba a ser largo, creó la idea de una moral provisional que serviría de casa en la que poder vivir mientras no llegara a su destino.
Para mí el Wing Tsun También es un viaje, uno desde fuera hacia dentro, que sabes cuando empieza, pero desconoces lo lejos que está su final. Alcanzado cierto nivel como practicante, me di cuenta de que lo que hacía, tenía poco, o nada, que ver con lo que había aprendido al principio. Y sospecho que volveré a sentir lo mismo dentro de unos años, respecto de mi Wing Tsun actual.
El nuestro, es un sistema que ofrece a sus practicantes, ladrillos con los que levantar casas en las que se puedan sentir seguros durante su evolución dentro de él, al igual que hacía Descartes con su moral provisional. Pero llegado un momento, la sensación de seguridad que da la vivienda que nos hemos construido, empieza a convertirse en un estorbo que nos impide avanzar por nuestro camino.
Este fue el momento más crítico en mi vida dentro del Wing Tsun. Abandonar esa casa en la que tanto tiempo había invertido, en la que me sentía tan cómodo y en la que todo estaba perfectamente ordenado.


Como decía al principio, para mí, el Wing Tsun es un viaje, y como todo viajero necesito un equipaje, que en mi caso está hecho con pedazos de las casas en las que he vivido.
me gusta tu blog y comparto muchas cosas, con tu permiso voy a copiar literalmente el artículo y dirección del blog para ponerlo en fb grupo Asociación nova Wing Tchun, un saludo
ResponderEliminarSin problema. Voy a buscar tu grupo en fb y me uno. Un saludo.
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