martes, 28 de agosto de 2012

Tu idea, no es mi idea...

En un momento del último entrenamiento con mi Sifu, se dio una situación en la que yo actué tratando de anticiparme presuponiendo cual sería su próximo movimiento… me salió mal… Sifu se me quedó mirando y me preguntó por que había hecho eso, yo le contesté que tenía la idea de que si le daba una presión le provocaría una reacción, que yo aprovecharía para… sin dejarme acabar me dijo; “Luis, tu idea no tiene por que ser mi idea”


La endogamia dentro de las artes marciales es la que provoca este tipo razonamientos, ya que, conocemos perfectamente lo que practica nuestro compañero y ello nos permite anticiparnos, en muchas ocasiones, cuando vemos que este está iniciando una secuencia que nos resulta familiar. Pero como Sifu dice; “el Wing Tsun fue creado para vencer a otros estilos”.

¿Qué significa esto?, pues que no vamos a ser capaces de desarrollar toda la eficacia de nuestro arte marcial si nos limitamos a entrenar Wing Tsun contra Wing Tsun.
No hace falta salirse del sistema para que nos demos cuenta de lo perniciosa que es la endogamia. Si estás acostumbrado a trabajar siempre con el mismo compañero y un día no viene, te sientes incómodo trabajando con alguien a quien no conoces tan bien. Este mal estar es aun mayor si tienes que practicar con alguien de otra escuela, y ya no hablemos si entrenas con alguien de una rama de Wing Tsun distinta de la tuya, parece de otro planeta.

Si tienes estos problemas sin salirte del Wing Tsun, ¿qué ocurrirá cuando quieras entrenar con alguien que practica otro arte marcial?

Las típica pregunta del alumno; “¿y si me ataca un; boxeador, un luchador, un practicante de muay thai…?”
En un enfrentamiento de este tipo suele ocurrir que, en un primer momento el alumno pelea como lo haría con un compañero de clase, pero pronto se da cuenta de que las cosas no salen exactamente igual que como las entrena en la escuela, sobre todo, si aquel que tenemos delante sabe lo que hacemos.
Normalmente, después de este primer contacto, trata de imitar la táctica de su oponente, lo cual es aun peor. ¿Resultado? El alumno se siente decepcionado porque no ha sido capaz de desarrollar plenamente las aptitudes que ha adquirido durante su aprendizaje, en un enfrentamiento con alguien que no practica el mismo sistema que el.

Pero, ¿Qué es lo que ha pasado realmente? En enfrentamientos de este tipo, tratamos de aplicar técnicas que funcionan bien con nuestros compañeros de entrenamiento y nos olvidamos de que debemos pelear con los principios del Wing Tsun, no con sus técnicas. Las técnicas son herramientas que nos ayudan a entender los principios, no sirven para pelear, a pesar de que en ocasiones puedan funcionar en un combate. Los principios funcionan siempre, independientemente del estilo que practique nuestro oponente o de la idea que tenga en la cabeza nuestro compañero de chi sao.
Debemos entrenar Wing Tsun contra Wing Tsun para poder dominar el “arte” del Wing Tsun. Pero para aprender a pelear utilizando sus principios, es imprescindible entrenar con gente que practique otras disciplinas.

Y aquí surge un nuevo problema, ya que para hacer esto es necesario bajarse del pedestal al que nuestro grado nos ha subido y volver al mundo real. A un mundo en el que las reglas ya no están tan claras y en el que cualquiera te puede tumbar. Este es un ejercicio de humildad que pocos están dispuestos a realizar, pero que es necesario, sin ninguna duda, si queremos aumentar la eficacia de nuestro Wing Tsun.