Recuerdo un curso con uno de mis viejos maestros, de esto ya han pasado unos añitos, en el que tras pedirme que le atacara, me dijo que lo hiciera sin miedo, por que llevaba su grado bien cosido a la camiseta y que aunque lo alcanzara no se le iba a caer al suelo. Aquellas palabras me quedaron grabadas en la memoria.
Más recientemente, tras un entrenamiento personal de más de dos horas de trabajo intensivo con mi Sifu, me dijo que al día siguiente se iba a acordar de mi, yo le pregunté el por qué, y me contestó que el codazo que le había dado ya le estaba empezando a doler. El caso, es que yo no fui consciente de haberle tocado en ningún momento y tampoco noté en su actitud o en el ritmo de entrenamiento, que hubiera sucedido nada. Esto último lo digo por que he pagado por entrenar con gente a la que si le tocabas un pelo, te dejaba claro a golpes, o con una buena bronca en el mejor de los casos, que no lo volvieras a hacer.
El Wu Sao (mano que protege), está muy bien trabajando secciones o en las formas, pero cuando subes el ritmo, un golpe suele sacarte de más apuros que una mano quieta delante de la cara. Esto sólo lo aprendes de verdad cuando tienes delante a alguien al que no le importe que puedas golpearlo. En los demás casos, puede ocurrir, que tras alcanzar a tu compañero, normalmente de más grado, este te diga que le has pegado por que habías ejecutado mal tu ataque, (¿cómo?) que al lanzar ese golpe habías abierto huecos que el podría haber aprovechado, que no lo hizo por no hacerle daño y que es mejor que dejes la mano quietecita delante de la cara, que es donde debe estar…
Si el golpe de un alumno me alcanza durante un entrenamiento libre, jamás le diría que me había atacado mal, podemos discutir la ortodoxia de su golpe desde un punto de vista tradicional del sistema, pero, teniendo en cuenta que la finalidad de un ataque es golpear al oponente, no nos quedará más remedio que felicitarle y darle ánimos para que siga entrenando así de bien.
El sistema en el que trabajo libre significa que los grados altos machacan sin contemplación a sus compañeros de rango inferior, me parece un fracaso. Todos salen perjudicados, y aunque resulte paradójico, es, el que está situado en lo alto de la pirámide, el que sale peor parado. ¿Por qué? Por que, al no haber nadie que se atreva a darlo todo entrenando con el, crea en su mente un falso sentimiento de invencibilidad que suele terminar mal, cuando un día aparece por el gimnasio alguien más chulo que él para probar sus clases le pone un ojo a la funerala delante de sus alumnos.
A mí, mi tarea como monitor me enriquece en muchos sentidos (el económico no es uno de ellos), cada vez que doy clase quiero enseñar y necesito aprender y para ello necesito alumnos que lo den todo sin importarles a quien tienen delante. Esto y el respeto por sus compañeros, sin duda los llevará lejos, y a mí con ellos.
Pues si sirve de algo puedo decirte que en cierto curso, un sifu importante, me dijo que le tirara un derechazo y cuando lo hice le di de lleno en la cara, ¿cómo reaccionó? Golpeándome con violencia, y casi me meo en los pantalones porque creía que me mataba.
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